El arte de guardar un secreto

La habilidad de saber guardar la discreción adecuada es un ingrediente muy importante al establecer relaciones de todo tipo, ya sea amorosas o de amistad. A nadie le gustan las cotorras que se pasan todo el día hablando de los asuntos de los demás.


¿Por qué el saber callarse algunas cosas es importante?
Por una razón muy simple, de esa manera atraeremos a las personas adecuadas, ya que mostraremos que somos alguien en quien se puede confiar y eso es imprescindible en el amor y la amistad. Todos queremos tener a alguien a quien podamos contar nuestros asuntos sin miedo a que media ciudad se entere.
Pienso que uno de los defectos más odiados por lo hombres en las mujeres es la incapacidad de guardarse para una misma los secretos que le han sido confiados.

¡No solo es importante callarse los secretos!
Esto no solo quiere decir que debamos guardar solo secretos. En general es una cosa mal vista hablar de la vida de los demás, si no son cosas buenas y peor aún si se lo estamos contando a alguien que apenas conocemos.
Si queremos demostrar que tenemos clase, tenemos que limitarnos al hablar de la gente que no esté presente. Esto quiere decir que de los ausentes se habla bien o no se habla. Si una persona nos cae mal, es mejor no hablar de ella con cualquiera. Alguien que nos acaba de conocer y no sabe con exactitud sobre la situación, no siempre nos entenderá y seremos nosotros los que quedaremos mal. Si quieres hablar mal de alguien y desahogarte, hazlo con un amigo o alguien de confianza que te entienda.

También deberíamos cuidar nuestros propios secretos.

Si no sabemos guardar nuestros propios secretos ¿como vamos a guardar los de los demás? Ese es el mensaje que transmitimos, cuando hablamos demasiado sobre nuestros asuntos personales. No cuentes a cualquiera los daños que te causaron, ni que alguien te rompió el corazón. Eso en una conversación cotidiana, sobra.

Menos significa más.

Aveces es mejor hablar menos, para evitar contar demasiado. La gente respeta más a personas que son reservadas. Aparte, cuando alguien vea que no cuentas tus asuntos personales con facilidad, apreciara de verdad, cuando por fin te abras hacia él, ya que no se sentirá como cualquiera. Se sentirá como alguien más y con razón.